Tengo varias cosas que contar de recorridos anteriores pero comencemos con la aventura que tuve ayer por la noche.
Salí con mis hermanos y un grupo de ciclistas a andar por una zona muy conocida en el norte de la ciudad de Valencia: las 4 avenidas. Este lugar, para quien no lo conoce, es, como su nombre lo dice, cuatro avenidas juntas (2 de ida, 2 de venida) y a sus alrededores hay edificios, casas, colegios, centros comerciales. Queda en una zona alta por lo que tiene cerros o montañas a su alrededor. El famoso "Cerro Casupo" queda allí y su entrada es precisamente al final de esta avenida.
Bueno, la cosa es que nos encontramos todos allí a eso de las 6 de la tarde y comenzamos a rodar en lo que calificamos como un "paseo urbano" por las calles de la ciudad. Pero no. Resulta que subimos a otra gran avenida llamada Paseo Cuatricentenario y nos dirigimos al Dique de Guataparo, un lago artificial ubicado al noroeste de la ciudad.
Ya había recorrido ese camino en otra oportunidad aunque se había desviado en un punto y su destino no era precisamente el dique. Sin embargo, esta vez sí que era para allá y recorrimos otras calles cercanas con muchas subidas y bajadas (las primeras son el infierno, las segundas el cielo).
Lo malo de la ruta de ayer: no había iluminación en la vía, habían varios huecos en el camino y no todos los ciclistas tenían luz propia, muchos tramos quedaban a oscuras y... ¿adivinen quién no veía absolutamente nada? Ajá, esa misma. Procuraba estar cerca de las luces pero muchas veces nos separábamos un poco y bueno...todo salió bien :)
Lo bueno de la ruta: el paisaje (lo que podía ver) era espectacular. Habían muchas haciendas a nuestro alrededor y pudimos ver algunos animales, incluso vacas. El clima estaba fresco, un poco más frío de lo normal. Rodar de noche por todo ese lugar se sintió como estar en otro país, fue muy gratificante pasear por allí, rodeados de naturaleza.
Llegamos al Dique de Guataparo, completamente a oscuras, y mi sorpresa es que está muy diferente a la última vez que lo vi. Antes estaba repleto de agua, era una gran laguna, bellísima. Ahora, está seco, queda poca agua y es posible rodar por donde antes te ahogabas.
¡Terminamos nuestro recorrido bajo la lluvia, fue una agradable sensación!
Nota para mi: comprar luces.
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